En ocasiones, durante el proceso de corte e instalación de baldosa cerámica en una obra o reforma, es necesario comprobar el nivel de agua para evitar las graves consecuencias que esto podría causar.
Un nivel de agua nos permite obtener un punto de referencia para la nueva estructura que estemos instalando y así verificar que lo posicionamos todo al mismo nivel. Su simplicidad y facilidad de uso hacen de esta herramienta una de las más populares y utilizadas en una gran variedad de proyectos.
Usar un nivel de agua paso a paso
1. Montaje y composición
Lo primero que debemos hacer para utilizar un nivel de agua es montarlo. Por lo general, se compone de:
- Un tubo o manguera de plástico de unos 15 a 30 m de largo con un diámetro aproximado de 1 cm. Cuanto más largo sea el tubo, más agua se necesitará para que la herramienta cumpla con su función.
- Dos depósitos graduados con un sistema de cierre, para controlar la presión del aire durante la utilización del nivel y para mantener la manguera llena y lista para la siguiente utilización.
2. Fijación
A continuación, debemos unir uno de los extremos a la estructura que está al nivel deseado. Para ello podemos utilizar cualquier sistema de fijación que no dañe el nivel de agua como cinta adhesiva u otros métodos.
Vamos extendiendo el tubo hasta la nueva estructura que queremos poner a nivel asegurándonos de que el agua puede fluir libremente por el tubo de plástico.
En otras palabras, vamos comprobando que el tubo del nivel de agua no se haya doblado ni tenga nudos y, por supuesto, ningún pinchazo que permita que se escape el agua. Los pliegues y nudos podrían hacer que el nivel se descoloque y acabe como consecuencia en una posición incorrecta.
3. Mantener el nivel de agua
Ahora llega la hora de llenar el tubo con agua y poner el otro extremo a la misma altura que el primer extremo que hemos fijado previamente.
Hay que emplear tanta agua como para que esta llegue a una altura de unos 5 cm por debajo del nivel del primer extremo sujetado. También es importante comprobar que no se hayan formado burbujas de agua dentro del tubo.
Para garantizar que el agua no se escape podemos utilizar nuestras propias manos o, si las tiene, las tapas que lleve la propia herramienta. En el caso del Nivel de agua RUBI, los depósitos ya vienen equipados con un sistema de cierre para controlar la presión del aire durante la utilización del nivel.
4. Medición
Cuando queramos realizar una medición, habrá que llevar el nivel de agua hasta el objeto a medir, asegurándonos de que los dos extremos están bien sujetos a los respectivos objetos.
Una vez el nivel de agua está colocado, simplemente debemos observar donde está el agua en cada extremo del tubo. Para incrementar la visibilidad de los niveles, es muy recomendable añadir, al agua del nivel, algún tipo de colorante o pigmento.
Si el agua está más alta o baja en alguno de los extremos, significa que el objeto a medir no está nivelado. En este caso, tendremos que cambiar su posición hasta que los niveles de agua coincidan. Una vez conseguido esto, el objeto estará a nivel.
Ahora que ya sabes cómo emplear el nivel de agua, vamos a comentar unos cuantos aspectos importantes a la hora de mantener correctamente esta herramienta:
Aspectos a tener en cuenta
Como comentábamos previamente, es importante asegurarse de que no se forman nudos ni dobleces en el tubo porque pueden hacer que la medición sea incorrecta. Cuanto más antigüedad tenga esta herramienta y más veces se haya utilizado, es más fácil que se formen estas imperfecciones.
Además, se aconseja vaciarlo tras cada uso para evitar que se formen burbujas de aire dentro del tubo. Si el nivel tiene tapas, como en el caso del Nivel de agua RUBI, esto nos permitirá tenerlo listo para una próxima utilización sin tener que volver a llenarlo de agua. En este caso, simplemente deberemos fijarnos antes de usarlo de que no se formaron las mencionadas burbujas de aire.
Lo último a tener en cuenta es el lugar de almacenamiento. Como todos los elementos de plástico, la exposición al calor y la luz solar directa pueden resultar en graves consecuencias.
Estos problemas, derivados de la expansión del propio agua o la deformación a largo plazo del plástico del tubo, podrían hacer que las mediciones resulten incorrectas. Por ello, cuando no lo vayamos a utilizar, es importante guardarlo en un lugar fresco y seco.
Ahora que ya conocéis mejor la composición y el uso de un nivel de agua, podréis realizar marcados de nivel en los trabajos de replanteo de vuestras instalaciones de baldosa cerámica.
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