Una de las afecciones más comunes que se presentan en las fachadas de edificios y casas son las eflorescencias. Sus manchas irregulares de color blanquecino en la superficie húmeda son características.
Cuando la superficie se seca y el agua se evapora, las sales solubles en el agua se cristalizan, lo que da como resultado estas manchas. También pueden manifestarse en superficies afectadas por infiltraciones de agua, humedad por capilaridad o problemas de condensación.
Las precipitaciones y la humedad son las principales causas de este problema. Por lo tanto, es fundamental tomar medidas preventivas y de tratamiento para proteger las superficies de estos factores y tratar las manchas de eflorescencia.
¿Qué es la eflorescencia?
La eflorescencia es el resultado de la reacción entre el óxido cálcico presente en todo tipo de hormigón y morteros frescos con el dióxido de carbono del aire.
¿De qué manera se desarrollan las eflorescencias?
El proceso comienza al exponer un revestimiento al agua. El agua se evapora y los sales en suspensión cristalizan en la superficie como partículas sólidas, generando manchas blanquecinas visibles.
Tres condiciones deben cumplirse al mismo tiempo para que se formen las eflorescencias:
1. Debe haber humedad, que suele ser causada por infiltración o capilaridad. La exposición al agua de lluvia y a bajas temperaturas ayuda a que los revestimientos retengan la humedad.
2. Algunos de los componentes de revestimiento, como cloruros y nitratos, deben contener sales. El hormigón, las cerámicas y la piedra natural contienen estas sales.
3. Las sales deben disolverse en el agua que circula a través del revestimiento y transportarse hasta su superficie.
¿Cuáles son los problemas que pueden surgir como resultado de las eflorescencias? Por lo general, son un problema superficial que solo afecta el acabado y la apariencia, pero en algunos casos pueden causar problemas más graves.
¿Cómo se puede resolver el problema?
1. Control de la humedad: la identificación y eliminación de cualquier fuente de humedad es fundamental.
Si el revestimiento está en contacto directo con el suelo, es necesario realizar intervenciones constructivas que incluyan impermeabilización en caso de humedad por capilaridad.
Un buen aislamiento del revestimiento evitará la humedad por condensación.
• Si hay humedades por filtración, las pinturas impermeables, antihumedad o antimoho son buenas opciones para proteger los revestimientos.
Es esencial limpiar la eflorescencia mediante cepillado y reparar el soporte una vez que está presente, ya que con frecuencia puede haber eflorescencias anteriores que no han sido tratadas adecuadamente.
2. La selección de los materiales: Es crucial prestar atención a los materiales que se utilizan para evitar eflorescencias, especialmente las relacionadas con el proceso de construcción.
• Para evitar la formación de sales, use morteros con baja alcalinidad y no use agua calcárea.
¿Cómo podemos prevenir eflorescencias?
Para evitar que las manchas o la humedad regresen, es crucial que la superficie se seque completamente después de la limpieza.
Para completar el proceso y evitar que vuelvan a aparecer estas manchas antiestéticas, es conveniente aplicar una protección adicional a la fachada con un mortero de reparación. Estos morteros están especialmente diseñados para reparar esquinas y cantos dañados y elementos prefabricados de fachadas.
Para el recubrimiento final, se recomienda utilizar una pintura con protección antihumedad o anti-condensación que tiene una gran resistencia a la intemperie, además de ser transpirable y completamente impermeable. Hay pinturas disponibles que se pueden aplicar a un revestimiento acrílico que tiene una excelente adherencia, es autolimpiable, impermeable y transpirable.
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