Cómo perforar cerámica esmaltada

La correcta ejecución de agujeros, en materiales cerámicos, ha sido, siempre, una de las asignaturas pendientes en la instalación de baldosa cerámica. En este post comentaremos los aspectos más relevantes que debemos tener en cuenta. Y así ayudar a aquellas personas que en algún momento tuvieron dudas sobre cómo perforar cerámica esmaltada.

En primer lugar, debería empezar por explicar que, al referirnos a cerámica esmaltada, podemos incluir cualquiera de los tipos más comunes: azulejo, gres y porcelánico. Es decir… cualquier tipo de baldosa cerámica que esté clasificada como GL en el propio embalaje de ésta, tal y como indica la norma EN 14411.

Independientemente del tipo de baldosa cerámica, nuestro principal objetivo será obtener la perforación deseada. No solo en el lugar exacto sino con el mejor acabado posible. O lo que es lo mismo, con el menor daño, aparente, en el esmalte de la cerámica.

¿Qué tipo de perforación necesito?

Principalmente nos vamos a encontrar con dos situaciones en el momento de perforar cerámica esmaltada:

• Durante la instalación de las baldosas (desagües, tomas de agua, luz, etc.)
• Después de la instalación de las baldosas (instalación de complementos o accesorios decorativos, principalmente).

En el primer caso, la opción más natural para perforar cerámica esmaltada será la utilización de brocas del tipo corona. Disponemos de una más que amplia variedad de diámetros que se ajustan a, prácticamente, todas las situaciones en las que nos encontraremos en nuestro día a día.

Para el segundo caso, como mayoritariamente necesitaremos realizar orificios de diámetros pequeños, podremos escoger entre las tradicionales brocas helicoidales, de punta de flecha o las coronas diamantadas ya mencionadas pero adaptadas a esos diámetros.

Aquí, es importante recordar que las brocas de carburo tradicionales NO son aptas para la perforación de baldosas de gres porcelánico. Para el porcelánico nuestra ÚNICA opción deberá ser, siempre, la broca de diamante.

Entonces, ¿Qué broca utiliza?

La oferta mayoritaria de brocas para perforar cerámica esmaltada nos las ofrece la herramienta diamantada y las podremos encontrar en dos tipos de refrigeración; corte húmedo y corte seco.

El corte seco es la opción con la velocidad de perforación más alta, pero su contrapartida es la pérdida de calidad en el acabado. Aunque si el corte va ha quedar oculto es la opción más adecuada. Suelen ser brocas que se utilizan con amoladoras pequeñas (de 115 o 125). Una herramienta electroportátil muy polivalente y común en el sector.

Si, por el contrario, la calidad del acabado es un aspecto relevante en nuestra instalación. La perforación de cerámica esmaltada en húmedo deberá ser la elección que tendremos en cuenta.

Además, con una broca de diamante no tendremos que preocuparnos de la tipología del material (azulejo, gres o porcelánico) en el momento de perforar cerámica esmaltada. ¡Las brocas de diamante pueden perforar cualquier tipo de baldosa cerámica!

¿Qué hacer y qué no hacer?

En la perforación de cerámica esmaltada, como en cualquier otro material lo más importante es garantizar una correcta refrigeración de la broca durante todo el proceso.

Con las brocas de corte húmedo, hay que asegurarse de que no nos falte agua en ningún momento. Además de reducir la presión de vez en cuando para garantizar que el agua también reduce la temperatura generada en el material.

Brocas de corte seco

Para las brocas de corte seco, la refrigeración se obtiene con el aire, pero lo más importante, sobre todo, será obtener y mantener un flujo de aire fresco constante. Es decir, permitir que el aire circule tanto por el interior como por el exterior de la broca.

Esto, se consigue realizando ligeros movimientos de alaveo en la broca. De esta forma, evitaremos que el aire quede atrapado en el interior.

Lo que NO se deberá hacer en ningún caso, especialmente si hablamos de cerámica esmaltada de gran formato o gres porcelánico, es recurrir a la amoladora y al disco de diamante para hacer un agujero cuadrado.

A parte de ser un error estético y geométrico (un cuadrado no es una circunferencia). Es una técnica que, en los materiales anteriormente mencionados, puede tener consecuencias negativas a medio y largo plazo.

Los materiales pueden presentar tensiones internas y, al realizar un cajetín, las esquinas, de este, se van a convertir en puntos de evacuación para las tensiones. Por lo que, al perforar cerámica esmaltada en estas condiciones, entre las tensiones del propio material, las generadas por el fraguado del adhesivo y cualquier otra circunstancia externa (golpes, vibraciones, etc) esos puntos de evacuación provocarán la rotura del material.

Para estas situaciones, lo más recomendado, es realizar en primer lugar una perforación en cada esquina del cajetín con una broca de 10 mm de diámetro.
Después, ya podremos realizar los cortes que darán forma al cajetín.

Con esta técnica conseguimos que las esquinas, al tener un acabado redondeado, no concentren las tensiones en un solo punto (vértice de la esquina) y evitamos que se generen esas roturas que hemos mencionado antes.

Con estas pequeñas pautas, esperamos haber aportado algo más de luz sobre como perforar cerámica esmaltada.

Por supuesto, sentíos libres de aportar vuestras propias experiencias y comentarios aquí.