Cuando revestimos una superficie con baldosa cerámica, aparecen distintas preocupaciones. Entre ellas, encontramos la decisión del formato y el diseño que más favorezcan a la estancia. Pero una vez decidido esto, suele surgir una cuestión crítica: ¿cómo colocar baldosas alargadas?
A veces, de nada sirve gastar mucho dinero en cerámicas de gran calidad y en adhesivos de última generación si la colocación va a arruinar la estética. En este artículo te explicamos las 4 técnicas más comunes de colocación de baldosas alargadas.
Cómo colocar baldosas alargadas: técnicas de colocación
En el caso de emplear baldosas cuadradas no suele haber problemas. Generalmente se colocan a junta corrida (es decir, formando una cruz en la junta), y lo único que debemos decidir es si realizaremos la colocación recta o a 45 grados.
Con las baldosas rectangulares es muy diferente puesto que tenemos bastantes más opciones, algunas, herencia de la colocación de revestimientos de madera.
A continuación, las técnicas de colocación de baldosas rectangulares más habituales:
A junta corrida
Si nos preguntamos cómo colocar baldosas alargadas, esta técnica es la más sencilla. Consiste en hacer precisamente lo que hacemos con las baldosas cuadradas. Cada cuatro esquinas formarán una cruz, en la que podemos usar una cruceta para conseguir una colocación perfecta.
Podemos usar este tipo de colocación cuando las baldosas sean de un color uniforme, o bien cuando sean baldosas con una estructura superficial de imitación de mosaico. En este último caso, no tendría ningún sentido desplazar la junta respecto a las baldosas colindantes.
La colocación a junta corrida suele ser más utilizada en baldosas rectangulares anchas, es decir, que tienen un ancho que supone la mitad o más del largo.
Eso sí, existe una particularidad primordial en este tipo de colocación: lo más común es colocar las baldosas en horizontal. Sin embargo, una colocación en vertical en pared puede crear un efecto visual, haciendo que la pared parezca más alta. En el caso de usar baldosas más pequeñas, aportará un aire vintage.
A Matajunta
Consiste en desplazar la junta de forma que coincida justo con la mitad de las baldosas superior e inferior, simulando la forma de una “T”.
Por suerte, también disponemos de crucetas en forma de “T” para que nuestras juntas tengan siempre un acabado excelente. Esta técnica requiere de más trabajo que la colocación a junta corrida, puesto que deberemos medir correctamente para colocar la junta justo en la mitad.
Esta sería, precisamente, la técnica que se usa para colocar pequeñas baldosas conocidas como “metro”, por su utilización tan común en estaciones de metro de redes tan famosas como las de Nueva York, Londres o París.
La técnica a matajunta tiene la variante de la matajunta desplazada, en la que la junta no coincide con la mitad de las baldosas inferior y superior. En cambio, en este caso la junta está desplazada hacia un lado, dejando un efecto todavía más parecido a la forma en la que colocan los revestimientos de madera.
Resumiendo, resulta un buen método en caso de que te plantees cómo colocar baldosas alargadas de imitación de madera.
En espiga (o “herringbone”)
Esta técnica, también heredada de la colocación de revestimientos de madera, consiste en colocar las baldosas de forma que dos baldosas formen una “L”. De este modo, acabamos teniendo el efecto de dos escaleras contrapuestas.
Este tipo de revestimiento queda especialmente bien cuanto mayor sea la diferencia entre el largo y el ancho de la baldosa, y en particular con las baldosas que imitan listones de madera.
Hoy en día existen imitaciones tan increíblemente bien logradas que reproducen vetas y nudos de la madera o incluso humedades o defectos.
Línea cruzada (o “crosshatch”)
Se trata de otro estilo de colocación, heredado de la madera, y que funciona solo en aquellas baldosas cuyo largo es exactamente el doble de su ancho.
La técnica consiste en poner dos baldosas en vertical y dos en horizontal alternativamente, de forma que se formen cuadrados. Es un tipo de colocación muy poco común, pero aporta una estética diferente que puede aportar frescura a un diseño.
Todas estas técnicas se pueden, sin duda, combinar con otras para crear un efecto diferente. Por ejemplo, un acabado que está muy de moda es el de combinar baldosas de imitación de madera con una zona de baldosas hidráulicas de aspecto vintage. De ser así, se usarían las técnicas de colocación en espiga o a matajunta.
En conclusión, si hay algo indispensable en la colocación de baldosas alargadas son las juntas, especialmente en las baldosas de imitación de madera.
Cuando se coloca madera, las juntas de colocación están debajo de los rodapiés, lo que permite que apenas haya junta entre las diferentes piezas. Dado que no se recomienda en absoluto hacer colocación de cerámica sin junta, el resultado será mucho mejor si acercamos el color de la junta al color predominante en la baldosa.
¡Hasta aquí el artículo de hoy! Esperamos que te hayan quedado claras las diferentes técnicas de las que dispones para la colocación de baldosas cerámicas en cualquier estancia de tu hogar. En este artículo puedes encontrar algunas ideas para el alicatado de cocina, por ejemplo.
Hola,
Una consulta con la colocacion de la plaqueta ceramica,tenemos muchas dudas sobre la direccion en la q ponerla y necesito opinion. La forma del plano de la casa es como dos rectangulos puestos en V, y la plaqueta es de medida 1,20×20. No nos gustaría ver cortes cambiando direccion para verla recta,pero tampoco verla torcida en las habitaciones.que hacemos? Cual es el mal menor? Necesitamos consejo.Gracias