El mundo de los azulejos es extraordinario en cuanto a diversidad de colores, estilos, medidas, y formas se refiere. Podemos elegir cualquier marca o fabricante, que, con toda seguridad, encontraremos multitud de propuestas que nos encantarán para el propósito de revestir cualquier estancia de nuestro hogar, ya sea un azulejo hexagonal como convencional.
Una de las características que más va a marcar la diferencia de nuestro revestimiento, es precisamente la forma de los azulejos. Por eso en este post vamos a centrar nuestra atención en esas formas. Destacando las diferencias y beneficios que obtenemos al usar azulejos cuadrados, rectangulares y hexagonales, poniendo especial énfasis en estos últimos.
Azulejos de forma cuadrada
Los azulejos cuadrados son el probablemente el elemento más clásico. De hecho, la baldosa o azulejo convencional “original” era cuadrado. Siendo la medida estándar de 20 x 20 cm y posteriormente de 30 x 30 o 33 x 33 cm. Así fue durante muchas décadas, pero desde hace ya unos cuantos años predomina el uso de formatos mayores como el 60 x 60 cm, que se puede utilizar tanto en ámbitos grandes como pequeños. Este aumento de formatos es debido a que muchas tendencias de interiorismo se orientan hacia los formatos grandes para transmitir modernidad. Ciertamente, los azulejos cuadrados grandes crean menos juntas de separación, y eso hace que los suelos o paredes den una impresión de continuidad que amplía los espacios y los volúmenes.
Azulejos de forma rectangular
Los azulejos rectangulares nos permiten jugar más con la colocación que los cuadrados. Podemos realizar una instalación a “rompe juntas”, junta corrida, en espiga, etc., en lugar de hacerlo en paralelo, que es como suelen colocarse los cuadrados.
Entre los azulejos rectangulares encontramos los de formatos largos tipo listón, típicos de los azulejos de imitación de la madera. Algunos de los más utilizados actualmente son el 10 x 100 cm, 13 x 100 cm o 22,5 x 180 cm. Aunque podemos encontrar muchos otros como el 20 x 60 cm.
Según como dispongamos los azulejos rectangulares podemos poner de relieve los espacios. Además de minimizar las irregularidades de una habitación con ángulos que no sean rectos o que tenga forma larga y estrecha. Si los colocamos paralelos a las paredes, los azulejos rectangulares largos estilizarán una de las dimensiones. Si se alinean con la dirección de la luz proveniente de la ventana, acentúan la iluminación del ámbito.
Azulejo hexagonal
Una figura geométrica, como un hexágono, puede ser muy interesante para nuestros diseños cuando hablamos de baldosa cerámica. Podemos crear patrones diferentes en el revestimiento parecidos a panales. A menudo, los azulejos hexagonales en el interior se utilizan para los revestimientos de los suelos puesto que crean un aspecto realmente elegante y exquisito.
Los azulejos hexagonales están muy de moda actualmente, pero se remontan a la segunda mitad del siglo XIX. Época en que se fabricaban las baldosas hidráulicas con cemento prensado. El azulejo hexagonal se inspira en los diseños romanos y árabes y se aleja del formato tradicional de azulejos cuadrados o rectangulares que hemos visto.
El hexagonal es un formato que se puede combinar fácilmente con muchos estilos: minimalista, vintage, clásico, chic, rústico, etc. En realidad, los azulejos de “panal de abejas” pueden adaptarse a cualquier estilo de decoración. Los azulejos porcelánicos hexagonales pueden imitar el efecto cemento u hormigón, o inspirarse en los mármoles más preciados. El formato hexagonal es muy versátil: se puede combinar con azulejos hexagonales rectangulares del mismo material, o con baldosas de formas y materiales distintos.
Los azulejos en forma de hexágono se utilizan a menudo para revestir el cuarto de baño por su durabilidad y resistencia al agua. Además de crear un ambiente moderno y fresco.
Los azulejos pueden ser pequeños o grandes, y el color puede resaltar los tonos del resto del baño o contrastar con ellos. Puedes destacar la zona de la ducha o de la bañera con azulejos hexagonales si el resto de las baldosas no son hexagonales. Y si lo son, puedes utilizar un patrón, tamaño o color diferente. También puedes crear un mosaico de azulejos hexagonales con diferentes colores y tonalidades para hacer que tu ducha se vea más dinámica y moderna.
Los puedes utilizar en las paredes o en los suelos, o en ambos sitios, y jugar con el diseño, los colores y los patrones de los azulejos de baño para crear puntos de interés. Puedes incluso combinar azulejos con leves variaciones de tonos para crear efectos de luces y sombras en la pared.
Como puedes ver, los azulejos hexagonales nos abren todo un mundo de posibilidades y opciones cuando se trata de revestir las superficies de nuestro hogar. ¿Te atreves con ellos? Si necesitas herramientas para llevarlo a cabo, te invitamos a dar una vuelta por nuestra web. Conoce todas nuestras soluciones para el corte e instalación de baldosa cerámica.
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